Historia:

Aunque se ha convertido en un bocado degustado en los desayunos de las familias guayaquileñas, pocos conocen con exactitud el origen de la humita. Este platillo, cuya preparación es a base de granos de choclo triturados a los que se le agrega una fritura de cebolla, tomate, ají, leche, pimentón y queso, es una herencia gastronómica de los antepasados del continente americano que datan de la época precolombina (antes de la llegada de Cristóbal Colón).

Según las enciclopedias de historia universal las humitas son un platillo amerindio que también tiene presencia en Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Argentina, Chile y hasta Centroamérica, y por tanto forma parte de sus menús tradicionales. Sin embargo, a pesar de que la humita es degustada en el cono sur y en Centroamérica es conocida con diversos nombres.

Humita se deriva de la lengua quechua Humint’a, variante regional del quichua que se habla en el vecino Perú, sur del Ecuador y noroeste de Argentina. En Venezuela se la denomina hallaca, hallaquita o bollo; en Bolivia como huminta, en Perú humita y en Centroamérica se lo llama tamal. A pesar de que en Ecuador lleva el nombre de humita, en el sur del país también se la conoce como “chumal”.

La inmensa variedad de los platillos que conserva el Ecuador se debe a los cerca de trece niveles de cultivos que tiene el país, indica el chef Gino Molinari. “En la Costa las recetas se basan en raíces indígenas. No tenemos un plato ciento por ciento nuestro, más bien lo que tenemos es producto de mezclas. Toda América es un mestizaje”, señaló. Explicó que las primeras tribus en el continente acostumbraban a preparar platillos según los productos que cosechaban. “En el caso de la Costa se consume mucho el verde, el choclo y el marisco”. Pero su paso a través de las siguientes generaciones se dio porque la humita se convirtió en uno de los bocaditos con los que se tomaba el café de las 18:00, relata Ana Rodríguez, ecónoma profesional. “A la hora de tomar el té o el café se degustaba de un bolón, un bollo, o una humita”.

Actualmente la venden restaurantes de trayectoria como el Rincón del café, en Eloy Alfaro y Manabí. El lugar atiende hasta la media noche y funciona desde hace 20 años.

Como este local, los propietarios de La Carreta de Rosita y el Café de Jimmy, ubicados en la cdla. 9 de Octubre y Brasil y Chile, respectivamente, coinciden en que el sabor de una humita bien preparada radica en el uso del choclo costeño o criollo para su preparación.

Preparación: receta (para 10 porciones pequeñas)

Ingredientes:
7 choclos criollos
1 cebolla blanca (para el refrito).
1 cucharadita de mantequilla
queso al gusto
1 taza leche por choclo (pueden ser dos si el choclo es grande).
Sal al gusto
Preparación:
Aunque antiguamente se acostumbraba a moler los granos del choclo, ahora se los licua con la leche para prepararlos de una forma más rápida. Se sazona la mezcla con sal y se le añade el refrito, que es la cebolla frita con la mantequilla. Se le agrega la cantidad de queso al gusto. Después se saca las hojillas tiernas al choclo y se las dobla en forma de funda para vertir la mezcla del choclo con la leche. Las hojas restantes del choclo se cortan en tirillas para amarrar la humita. Finalmente en un recipiente se las ubica verticalmente para cocinarlas en baño de María durante unos diez minutos máximo. El tiempo real de la preparación del platillo típico en general es de unas dos horas, según los recetarios de cocina ecuatoriana. Los propietarios de algunos café-restaurantes dicen que el secreto de una buena humita es prepararla con choclo criollo o costeño y verificar que la masa con leche no quede tan aguada ni dura.

Fuente:

https://www.eluniverso.com/2007/10/05/0001/18/7A3274663CDF46A790774242B93F50F6.html

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